Disculpe las molestias.
Busca de nuevo lo que buscas
El poder de las velas es crear una atmósfera en tu hogar que te encante. Pueden transformar un lugar y darle un aspecto especial. Ya sea para el romanticismo, el cocooning o rituales de todo tipo, cada vela tiene una energía particular que depende de su color, forma e incluso composición. ¿Por qué no regalar una caja de velas para romper la rutina? Algunos accesorios para completar la decoración, como un apagavelas para apagar las velas.
Busca de nuevo lo que buscas
Está inspirada en la vela de llama, pero con algunas ventajas. Además de iluminar tu hogar, esta vela también puede utilizarse como vela decorativa. Las hay de varios tamaños y colores (rosa, violeta, azul, blanco, beige...), y producen una luz tenue a la vez que perfuman la estancia. Puede utilizarse para una velada festiva con amigos, una boda elegante o una fiesta de Nochevieja.
Esta vela decorativa aportará un toque de encanto a su hogar y dispone de diversas funciones, como el color y la intensidad de llama ajustables. Funciona con pilas o con un sistema de energía solar integrado. También puede equiparse con un mando a distancia para ajustar sus funciones a distancia, lo que la convierte en un accesorio más práctico que una vela decorativa normal. La vela produce calor y debe colocarse en un lugar seguro y sin obstáculos, de lo contrario podría caerse y provocar un incendio. ¿Por qué arriesgarse a arruinar la velada?
La vela LED no se calienta ni se quema, porque la llama sólo tiene apariencia real. Tiene una vida útil de entre 10.000 y 50.000 horas y es una alternativa perfecta cuando las velas de llama están prohibidas. Sin embargo, hay que tener cuidado de no sobrepasar el límite de intensidad reglamentario y seguir las instrucciones del producto al comprarlo.
Iluminar tu hogar con la luz de las velas crea un ambiente acogedor. ¿Y si además te permiten disfrutar de los aromas que elijas y relajarte?
La vela aromática es el accesorio ideal para crear la atmósfera que deseas y revivir los momentos que más aprecias: tu infancia, los pasteles de la abuela, el olor de tu madre, etc. Resulta especialmente beneficioso en las tardes de invierno para entrar en calor o en las noches de otoño para recuperar la armonía. Te proporciona momentos de cocooning, bienestar y suavidad, con tu libro en la mano o tumbado frente a la chimenea. Lo encontrará en las tiendas con infinidad de sabores: cítricos, vainilla, higos, manzanas frescas o cocidas.
Para proteger su salud y el medio ambiente, es mejor utilizar una vela natural elaborada con extractos de plantas que una vela de parafina con productos minerales. Las velas se fabrican generalmente con cera vertida a mano y manteca vegetal en la que se inserta una mecha de algodón que crea una atmósfera agradable y saludable.
Produce una luz suave que, unida a su sutil fragancia, añade encanto a su hogar y lo transforma en un nido cálido y acogedor. Encendida o apagada, también puede utilizarse como vela decorativa, desprendiendo un agradable aroma de día y de noche. Es perfecta para cenas románticas, veladas a solas en casa o con amigos.
Una vez encendida, no querrás estar sin ella. Sin embargo, no debes utilizar la vela durante más de 2 horas y apágala allí donde la coloques. Recuerda siempre reducir el tamaño de la mecha (de 0,5 a 1 cm) después de cada uso para que la llama no sea demasiado grande.
Las velas de masaje crean un ambiente perfumado, como las velas aromáticas, pero con un toque especial. Perfuman y suavizan no sólo el aire que te rodea, sino también tu piel, despertando todos tus sentidos.
Bajo el efecto del calor, la cera líquida de la vela se funde y libera aceite de masaje compuesto por aceites vegetales (coco, almendras dulces, aguacate, jojoba) y aceites esenciales puros. Aplicado sobre la piel, este aceite de masaje la hidrata y suaviza. Al masajearlo, el aceite caliente produce una agradable sensación al tacto y estimula la microcirculación, mejorando la elasticidad de la piel y, al mismo tiempo, reduciendo o eliminando el estrés. También alivia los músculos doloridos y ayuda a relajarlos.
La vela de masaje puede utilizarse en salones de belleza, pero también en casa, en pareja, siempre que se sepa cómo. Un tête-à-tête romántico puede convertirse rápidamente en un desastre a causa de una quemadura o un masaje terrible. Así que si necesitas un masaje en casa, más vale que recurras a un profesional.
El proceso es bastante sencillo y requiere la atención del masajista. Enciende la vela, cuyo calor derrite la parte superior, y la apaga al cabo de 15 o 20 minutos, para obtener una cantidad suficiente de aceite de masaje para todo el cuerpo. Se deja enfriar el aceite durante una media hora y se comprueba su temperatura. No debe estar ni frío ni caliente.
Existen varios tipos, con diferentes aromas y efectos energizantes, relajantes o incluso afrodisíacos. Sólo queda elegir.
Además de la fragancia, los tratamientos de belleza y el ambiente que crean las velas, muchas personas las utilizan con otros fines. Se utilizan en rituales religiosos o mágicos y liberan ciertos poderes cuando se consumen. Sin embargo, hay que manejarlas con cuidado, ya que cada vela tiene un poder estrechamente ligado a su color.
Es la vela más extendida y utilizada, para bodas, rituales diversos, magia, etcétera. Puede utilizarse en lugar de velas de otros colores y parece facilitar la conexión con lo invisible.
La vela blanca representa la claridad, la pureza y la luz en el sentido religioso y filosófico. Está vinculada a todo lo que puede identificarse como una fuerza universal y sobrenatural, porque el color blanco también es signo de sabiduría, tranquilidad, virtud e inocencia. Se asocia sobre todo a la bondad, y tiene otros significados que varían según la intención de la persona que lo utiliza. Si tienes una vela cuyo color sea específico para las intenciones que deseas llevar a la Divinidad, utilízala. Sin embargo, si no estás seguro del significado de un color, utiliza la vela blanca como sustituto.
La vela ya no es un simple accesorio utilizado para la iluminación, como lo era cuando se descubrió por primera vez en el siglo XIV y era utilizada por las familias aristocráticas. Entonces eran amarillas y de cera de abeja, pero hoy se presentan en todos los colores, tanto naturales (manteca vegetal, aceites esenciales, mechas de tela) como artificiales, y son accesibles a todos los bolsillos. Cuanto más selectivo y sólido sea el material utilizado, mayor será el coste. Sin embargo, se puede probar suerte con una vela barata encontrada en una tienda, pero la elección siempre será difícil debido a la amplia gama de artículos disponibles.
check_circle
check_circle